martes, 18 de junio de 2013

La Catedral de La Merced



De entre todas las iglesias de la ciudad, la iglesia parroquial de la Merced fue elegida, por su historia y fisonomía, como sede del cabildo y catedral al ser desgajada la diócesis de Huelva de la Archidiócesis de Sevilla el 26 de noviembre de 1953. La iglesia se estrenó como catedral de Huelva el 15 de marzo de 1954.

 Historia

El convento de la Merced fue levantado por orden de Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina Sidonia y señor de Huelva en esta época. La iglesia, actual catedral de Huelva, servía de capilla para los cultos del convento de los Mercedarios Descalzos, y fue fundado en 1605. El lugar, desde el siglo XVI, estaba ocupado por una construcción anterior que se desconoce. La iglesia de La Merced con su aspecto actual es fruto de obras a lo largo de tres siglos por lo que la fachada primigenia presumiblemente tendría otra fisonomía. El conjunto, iniciado de inspiración renacentista y continuado siguiendo los modelos del Barroco, tiene un cierto sabor colonial, sin perder su esencia conventual. La autoría original no está aún determinada y puede ser atribuida a uno de los siguientes arquitectos: Alonso de Valdevira, maestro mayor de obras de El Condado, Fray Juan de Santa María o el maestro mayor Martín Rodríguez de Castro. Se inicia su construcción en 1605 con dirección del maestro albañil Pedro Gómez Utebami y las obras más importantes finalizaron entre 1612 y 1615.

 La estructura original duró apenas un siglo, debido a que la ruina amenazaba el conjunto ya en 1714 y el terremoto de Lisboa de 1755 resintió la edificación de manera grave, dejando destruida la capilla de San Cayetano.
 Los principales trabas en la larga reforma de la iglesia fueron la invasión napoleónica de Huelva de 1811, la supresión de los señoríos en 1811 (ya que seguía vinculado a la Casa de Medina Sidonia) y la supresión de las comunidades religiosas masculinas por el ministro Mendizábal en 1835.

  Actualmente es la sede central de la Universidad de Huelva, además de las facultades de Derecho y Económicas. El 22 de agosto de 1877, la Diputación Provincial de Huelva concluyó la restauración de todo el histórico edificio. En la última década del siglo XIX se llevan a cabo retoques y se concluye así el proyecto decorativo del interior, manteniendo el estilo barroco como predominante del conjunto.

 En 1953 con la creación de la nueva diócesis onubense se elige la iglesia parroquial de La Merced como nueva catedral.

 


 El Edificio

Interior

El templo original renacentista construido en el siglo XVII por las sucesivas reformas fue convirtiéndose en iglesia de planta de salón de corte basilical de tres naves separadas por arcos de medio punto y crucero central. De su decoración destaca el Cristo de Jerusalén y la replica en grande de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad. Su vinculación a la Casa de los Guzmán queda patente en el panteón familiar de los condes de Niebla (título dependiente del ducado de Medina Sidonia), que alberga la iglesia.

 




Nave central

La nave central predomina sobre las laterales y está cubierta por bóveda de cañón dividida en cinco tramos. Los arcos formeros divisorios son de medio punto, y sobre ellos se eleva una tribuna corrida con balcones de reja de forja. En la entrada destaca el arco vaído que soporta el coro alto como prolongación de las tribunas laterales. La tribuna en desuso ya en época de su construcción pudo ser debida a la reforma mercedaria medieval del edificio. La iglesia se sostiene mediante pilares, de los que destaca los cuatro de sección cruciforme que soportan la cúpula del crucero, con pilastras adosadas rematadas en capiteles corintios. Adosado al segundo pilar, está el púlpito, pieza del barroco purista, realizado alrededor de 1624, con decoración pictórica de comienzos del siglo XIX y relieves con los símbolos de la Orden de la Merced.

                            

Naves laterales

Las naves laterales, divididas cuatro tramos y con retablos laterales de inspiración barroca, se cubren con bóvedas de arista. El fondo de las naves se decora con capilla en la nave derecha por la que se accede al campanario y la izquierda en antesacristía, por la que se comunicaba con el convento anexo. Sendas naves tienen tres altares en forma de retablos. A la derecha, cercano al altar mayor, un primer retablo de madera dorada y policromada del siglo XVIII con hornacina central, el retablo a la Virgen de la Cinta, atribuida a Juan Martínez Montañés y a Baltasar Quintero, y al fondo otro retablo de madera dorada y policromada con lienzo de San Lorenzo pintado por Herrera el Viejo, y decoración del siglo XIX. A la izquierda otro retablo de madera tallada, dorada y policromada decorado con rocallas decorado con lienzo del arcángel Rafael en su parte superior, en el centro de la nave otro retablo con un relieve de San Ramón Nonato, santo mercedario, con decoración del siglo XVIII y al fondo otro de similares características, esta vez del siglo XIX.

         

Crucero y presbiterio

El crucero se cubre con una amplia cúpula hemisférica sobre pechinas, que están decoradas con tondos pintados. La cúpula se cierra con tambor y linterna. En los laterales del crucero encontramos dos retablos barrocos, el situado en la nave del Evangelio o derecha se dedica a la Virgen de los Dolores, y en la nave de la Epístola o izquierda, el retablo del Sagrario, con talla de San José.
El presbiterio de la iglesia precisaba de una reforma para su nueva función catedralicia, colocando en él el coro para canónigos que se extiende desde el altar mayor hasta el crucero. Existe una capilla contigua con templete ejecutado en madera dorada, con decoración de rocallas del siglo XVIII. Tras el altar mayor encontramos el camarín dedicado a la Virgen de la Cinta, que llega al templo desde el Santuario de la Cinta en su festividad cada 8 de septiembre.

Fachada

La portada es de estilo barroco. Construida en ladrillo revocado, está organizada en tres cuerpos individualizados por cornisas. El inferior en que se enmarca el portón de entrada de medio punto, sirve como zócalo. La parte central está concebida a modo de gran retablo con hornacinas, que fueron enriquecidas en 1978 con las esculturas, en barro cocido, de la Virgen de la Merced, San Leandro, San Walabonso, Santa María y el Beato Vicente de San José, obras realizadas por Antonio León Ortega con la ayuda inestimable del entonces aprendiz Mario Ignacio Moya Carrasco.
Los laterales se decoran con pilastras que enmarcan el conjunto estilizando su estética. Una balaustrada sobre la cornisa divisoria corona el tramo central. La parte superior rematada con espadañas para las campañas sobresale del edificio. Otras iglesias de la provincia de Huelva basaron su diseño en la fachada de La Merced. El estilo de iglesias como La Merced sirvió para configurar en Latinoamérica el barroco colonial.
Contiguo al templo se encuentra el antiguo convento de La Merced, hoy sede de la Universidad de Huelva, totalmente remodelado a lo largo del siglo XX.

    
la Patrona de Huelva en su salida de la catedral el da 8 de septiembre, día de su festividad litúrgica y día festivo en la capital onubense.